Un chant d’amour rinde homenaje a la película que el escritor Jean Genet realizó en 1950 con el mismo título; la única película que éste dirigió y terminó y que, como toda su obra literaria, se centra en la trasgresión de los límites sexuales, raciales y de poder de sus personajes. La sugerente artista nos incita a la reflexión mediante dos videoinstalaciones, habiéndose apropiado de algunos significativos momentos de la película original en la que dos convictos intentan tener una comunicación amorosa a través del muro que divide sus celdas.
El libro de artista, Un chant d’amour recoge la memoria del evento fílmico en un impreso, un souvenir amatorio de las distintas escenas del video que subrayan el carácter efímero de la pasión amorosa. El libro perforado funciona a su vez como objetometáfora del muro perforado a través del cual los amantes se comunican.