El libro es la versión de Parr de un día en la playa, tomada en distintos lugares de Latinoamérica. Una mirada original y adictiva a unas imágenes repletas de detalles, con todos los aspectos de la humanidad al desnudo. Hay perros, escombros, smog, multitudes de todas las formas y tamaños.
La primera imagen muestra un tren de playeros cargados de tumbonas y detrás de ellos un mar de cuerpos entre las sombrillas y el smog de la ciudad. La playa es un lugar donde se cruzan los mundos público y privado, una curiosa mezcla de defensa e intimidad. La gente baja la guardia, revela los secretos de su cuerpo, sus hábitos y sus relaciones a cualquiera que se interese o se atreva a mirar, mientras sueña y dormita sobre la arena.