Sin ser turista o de origen mexicano, Jessica Lange nos presenta imágenes en blanco y negro sobre México desde la perspectiva de un forastero que navega por sitios y lugares aparentemente familiares, a través de la rutina cotidiana de la gente en su paso momentáneo por ellos: cafés, bulevares, carnavales, brocados de asientos casi vacíos. Son espacios de insinuaciones y conjeturas, pero también de humanidad. Las imágenes se acompañan con un texto de Julio Trujillo.