El artista japonés Yutaka Takanashi siempre ha fotografiado la ciudad –de cerca, de lejos, aun de muy lejos, desde un coche en movimiento–, en algunas ocasiones al acecho de una imagen cargada de poesía, en otras recogiendo un pedazo de realidad. Como constantemente lo ha repetido, estos dos enfoques se confrontan entre sí en su obra: poesía/realismo, espejo/ventana, visible/invisible. Lo importante para él es hacerse camino por el terreno, caminar en tierra firme a fin de hacer fotografías anónimas.