En 1973 el crítico julio Ortega publicó en Editorial Tusquets una antología con la obra en proceso de varios autores hispanoamericanos y españoles, entre otros:
Lezama Lima, Octavio Paz, Gil de Biedma, Juan Goytisolo, Severo Sarduy, Carlos Barral, etc.
Corrección de Pruebas en Alta Provenza es el texto que aportó Julio Cortázar. En un texto singular, en el que Cortázar relata la recepción de las pruebas de galera del «Libro de Manuel» en su refugio de Saignon, un pequeño pueblo de la Provenza y como decide sumergirse en la corrección del texto, aislándose, recorriendo la Provenza en su furgoneta Volkswagen con la sola compañía de unas latas de sopa, vino tinto, la radio y por supuesto su máquina de escribir (que aparece en la primera fotografía del interior del libro).
El texto sirve como una aproximación al autor, propuesta por el mismo Cortázar, en el que detalla la relación que tiene con sus propios textos convirtiéndose en el primer crítico de su obra. Tal y como escribe Juan Villoro en el prólogo, Cortázar se revisa a si mismo.
A la vez que escribe sobre sus textos y ejerce su propia crítica, Cortázar relata lo que piensa y lo que sucede en su entorno y nos deja entrever su propio taller.
El efecto que produce en el lector es el de tener el privilegio de acompañar a Cortázar en su furgoneta por las colinas y los campos de lavanda de la Provenza, escuchando a su lado las reflexiones sobre su propia obra con el ruido del motor y las noticias de la radio de fondo.
Este texto es una breve pieza maestra que brinda una oportunidad única de acercarse a la obra de Julio Cortázar.