La gestión de patrimonios (Wealth Management) es la práctica de ayudar a los ricos a hacerse más ricos, mientras que al mismo tiempo, privando a las arcas públicas de los recursos económicos que de otro modo rerivarían de los ingresos fiscales.
Es un término utilizado en las divisiones minoristas de élite de los bancos internacionales para referirse a un servicio profesional, que consiste en la combinación de asesoramiento financiero, estrategia fiscal y planificación jurídica a cambio de una comisión.
Con la ayuda de los paraísos fiscales y los marcos jurídicos supranacionales que los respaldan, los clientes de los bancos privados se benefician de información privilegiada y de una poderosa red de influencias que operan de tal manera que su riqueza puede seguir acumulándose. Los bancos privados, como otras organizaciones poderosas, son maestros del eufemismo. Se comunican con un lenguaje sofisticado, limpio y profesional, tanto escrito como visual, que invita a los ricos a unirse a ellos y disfrutar del éxtasis de la acumulación de riqueza.